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Watch Online / Un millón por minuto (1916)
Desc: Un millón por minuto: Dirigida por John W. Noble. Con Francis X. Bushman, Beverly Bayne, Robert Cummings, William Bailey. Philip y Miles Quaintance se pelean por el amor de Ellen Sheridan; Miles es rechazado, mientras que Philip tiene éxito. Philip muere poco después del nacimiento de su hijo y Miles le propone matrimonio a la viuda. Cuando ella lo rechaza, él utiliza todos los medios para hacerla infeliz. Ella abandona Southland donde viven y se lleva a su pequeño hijo Stephen. Cuando Stephen se hace adulto, su madre muere y primero le cuenta la historia de la persecución de Miles. Está tan amargado contra su tío que evita encontrarse con él y se marcha a Sudáfrica. Miles Quaintance amasa una fortuna y en sus últimos años espera encontrarse con Stephen para restituir los males que les había hecho a sus padres. Miles tiene una pupila, Dagmar Lorraine, a quien envía a París para estudiar canto. Allí conoce a Etienne, el duque de Reves, que tiene una reputación desagradable. Hace el amor violentamente con Dagmar y obtiene su consentimiento para casarse con él. Después de la ceremonia, una mujer entra a la iglesia con un bebé que, según ella, es el hijo del duque. Horrorizada, Dagmar huye de la iglesia y regresa a Estados Unidos. De humor caprichoso, y en parte para expiar los errores que había cometido en el pasado, Miles hace un testamento dejando su fortuna de 10 millones de dólares a Dagmar y Stephen, siempre que se casen y la boda tenga lugar antes de la medianoche del siguiente 31 de mayo. Miles no sabe de la boda de Dagmar y muere antes de que ella llegue a Estados Unidos. A Stephen se le notifica el contenido del extraño testamento en una estación comercial en África. Decide que no aceptará ayuda de su tío y, con Timothy O'Farrell, su compañero, planea una salida. Encuentran el cuerpo de un hombre blanco flotando en el río y Stephen pone todos sus papeles y baratijas en los bolsillos del muerto. Mark Seager, un traficante de armas, encuentra el cuerpo y concibe la idea de hacerse pasar por el muerto, casarse con Dagmar y reclamar el legado. Inmediatamente parte hacia América. Stephen y O'Farrell también se van a Estados Unidos. Están en un restaurante, donde ven a un hombre abusando de una joven y usando lenguaje amenazador. Es el ayuda de cámara del duque, que ha conocido a Dagmar y está intentando chantajearla por su silencio. Stephen saca al ayuda de cámara del lugar y queda encantado con la apariencia y los modales de la chica. Ella se va antes de que él pueda interrogarla. Esa noche, mientras conducía su automóvil a casa, Dagmar tiene problemas con el motor. Cuando se detiene para arreglarlo, Seager, que no la conoce, observa su situación e intenta aprovecharla. Ella lo asusta con un revólver. Al día siguiente, Stephen ve un automóvil en venta y, al ver que corresponde al que conducía la chica que conoció el día anterior, responde al anuncio. Dagmar le vende el coche porque tiene pocos fondos. Esa noche el criado y el duque llegan a su casa y ella huye, tomando pasaje a la mañana siguiente en un barco de vapor con destino a París, donde ha dejado algo de dinero en un banco. Seager se entera de que ella se ha ido y la sigue. Lo mismo hacen el Duque, Stephen y O'Farrell. Stephen, tomando el nombre de A. Newman. Seagar encuentra a Dagmar en París y le dice que ha venido para casarse con ella. Una mirada a él y ella se va. El duque la encuentra y la convence para que acuda a él, diciéndole que llevará una vida mejor y la presentará a su propia sociedad. La noche de la recepción, Seager la secuestra y la lleva a una casa desierta donde ha hecho arreglos para que un abogado sinvergüenza venga y se case con ellos. El duque lo sigue hasta la casa y muere en una pelea con Seager. Stephen y O'Farrell siguieron al ayuda de cámara del duque y llegaron allí justo cuando Seager estaba obligando a Dagmar a casarse. Faltan sólo 10 minutos para la medianoche, la hora asignada para la boda de 10 millones de dólares. Seager es expulsado del lugar y Stephen y Dagmar se cuentan su amor. Ambos acuerdan no tocar ni un centavo.